El circuito de Mayores de la Federación Regional de Golf del Sur tuvo un año intenso de actividad, competencia y confraternidad que finalizó en diciembre en el Llao Llao. En ese contexto, se conocieron los campeones de las categorías individuales 2022, aquellos que lograron destacarse en cada una de las seis categorías que tiene el circuito.

En la categoría 29 a 54 de Caballeros, el campeón es Roddy Ingram de Los Tamariscos Golf Club. El actual dueño del título de campeón tuvo un año muy particular ya que comenzó el circuito con una victoria en Chapelco y cerró con otra en Llao Llao en el cierre. En el medio, consiguió en Tres Arroyos y Sierra de la Ventana los puntos que le permitieron aventajar a su seguidor Gustavo Zapata de Las Bardas.

“Antes de la pandemia había conseguido el segundo puesto de mi categoría. Ahora, por suerte, se nos dio en la última fecha con el triunfo en Llao Llao. Dimos vuelta la historia y tenemos la suerte de conseguir el primer puesto. La verdad es que estoy muy contento con la FRGS, siempre hay muy buenos premios y tenemos una excelente relación con todo el grupo de trabajo de la FRGS. En Los Tamariscos somos amigos de la FRGS y queremos seguir participando. En mi caso, la idea es tener continuidad. Allí estaremos en el debut”, aseguró. “Participo de los torneos de la FRGS al poco tiempo que comencé a jugar. Un amigo me contó de los torneos y tuvimos la osadía de animarnos a jugar en Bariloche la primera vez. En mi caso, voy a todas las fechas del circuito”, cuenta Roddy.

Ingram tiene 61 años, es oriundo de Comodoro Rivadavia, pero vive en Rawson desde hace 14 años donde se desempeña como diputado provincial. Empezó a jugar al golf hace seis años. “Me llamó un grupo que estaba conformando un club en Rawson, ya llevaban como un año de trabajo. Y así empecé a ir y empezamos a jugar con los tres o cuatro, con alguna clase de por medio. Nos corregían algunas cosas y así empezamos a jugar en lo que hoy es Los Tamariscos Golf Club”, dice. Pese a ser zurdo, consiguió palos para derecho y así juega actualmente.

“Empezamos a conformar Los Tamariscos. Llevamos muy poquito en esto. Nosotros tenemos una cancha de 9 Hoyos, por supuesto que no tenemos las canchas que hay en otros lados. Por eso el circuito de la FRGS nos ofrece canchas que no estamos acostumbrados y las disfrutamos mucho”, dijo.

El circuito de Mayores de la Federación Regional de Golf del Sur tuvo un año intenso de actividad, competencia y confraternidad que finalizó en diciembre en el Llao Llao. En ese contexto, se conocieron los campeones de las categorías individuales 2022, aquellos que lograron destacarse en cada una de las seis categorías que tiene el circuito.

En la categoría de Caballeros de 20 a 28.9, el bicampeón es Ángel Eduardo Hernández de Los Tamariscos Golf Club. Se trata de uno de los pocos golfistas que logró mantener la punta durante el segundo tramo del torneo. En el caso de Hernández, fueron fundamentales el segundo y primer puesto obtenidos en San Martín y Santa Rosa, respectivamente. Luego, los puntos que logró sumar en Bahía, Neuquén, Tres Arroyos y Bariloche le permitieron mantener la diferencia con quien fue el subcampeón de la categoría: Jorge Piegari, también de Los Tamariscos. De hecho, los primeros cinco puestos de esta categoría pertenecen a Los Tamariscos.

“Desde la segunda fecha, fui el líder de la categoría. Por suerte pudo confirmarlo en Bariloche. Este fue un año muy especial para mí, muy motivador. Para uno es un esfuerzo económico, pude estar en las siete fechas. Solamente en una fecha no pude sumar, que fue en Sierra. Y por supuesto la determinación en tratar de aprender, de ver, de entrenar. Yo llevo cuatro años jugando al golf nada más. Es muy especial para mí y mi familia. Y, por la gracia de Dios, en los primeros puestos. Salir campeón dos años seguidos es impresionante”, aseguró. Y agregó: “Quiero agradecerle a toda la Federación, siempre están ahí para consulta, para cualquier cosa. Y quiero agradecer a aquellos que muy generosamente me llevan en sus vehículos. Y también aquellos que me llevan los palos en la caja de sus autos o camionetas. Les estoy muy agradecido a esos compañeros de Tamariscos. Estoy muy orgullo de mi club. Hay mucha camaradería, compartimos mucho y es muy especial”

Hernández se relacionó con el golf de una forma bastante particular. Ángel tiene 59 años y comenzó hace poco más de dos años a jugar al golf. Su vecino en una zona de chacras de Trelew es el también líder Alberto Martínez. “Yo escuchaba siempre el ruido de palos de Alberto practicando. Pero, un día, estaba limpiando unos vidrios y mi perro hacía lo posible para lo que saque a pasear. Fue ahí que me encontré con Alberto y me empezó a incentivar con la posibilidad de empezar a jugar. Él me decía que era un deporte en el que jugabas contra la cancha”, recuerda Hernández. Acto seguido, en plena zona de chacras, Alberto le improviso un driving para que Ángel se relacionara inmediatamente con el deporte. “Recuerdo que me dio un Sand y me dice ‘dale, tirá’. Agarré el palo pero le empecé a pegar a la tierra todo el tiempo. Le dije que tenía miedo de romperlo, pero me dejó un cajón con 50 pelotitas, el palo y una alfombrita y empecé a practicar. Así arranque”, cuenta.

A partir de allí su relación con el deporte más hermoso del mundo no hizo más que intensificarse. Se matriculó y cuando se vecino y amigo Alberto lo convenció de ir a Chapelco el año pasado para el circuito de mayores de la Federación Regional de Golf del Sur, ganó. “Me gusta mucho ir al circuito. Cuando el trabajo me lo permite, no lo lo dudo. Las canchas son hermosas, se puede compartir con amigos y, desde Tamariscos, viajamos con un grupo muy lindo, muy humano. Me encanta salir al circuito a compartir”, explicó.

Sin embargo, la relación de Ángel con el golf tiene un objetivo muy especial y nada tiene que ver con lo deportivo. Él es cristiano evangélico y, según cuenta, está seguro que Dios no lo “llamó” para ser jugador de golf”. “Dios me llamó para predicar el evangelio a los que practican y están en este deporte. Yo les estoy hablando de Jesús. Dios me llamó para que ellos puedan conocer a Jesús”, aseguró. Cada vez que juega, Hernández marca su bola con una referencia a un texto bíblico. En Bariloche, marcó la que iba a jugar con “Juan 3:16”. “Jugué el mejor partido de mi vida”, dice.

“Yo soy 30 por ciento habilidades y el 70 por ciento restante lo hace Dios. Yo dependo de él, que me ayude. Por eso cuando hablo de golf, siempre dejo mi mensaje y cuando voy a los torneos voy confiado. Antes de empezar hago una oración para pedir que bendiga al lugar y a los que participan”, finalizó.

El circuito de Mayores de la Federación Regional de Golf del Sur tuvo un año intenso de actividad, competencia y confraternidad que finalizó en diciembre en el Llao Llao. En ese contexto, se conocieron los campeones de las categorías individuales 2022, aquellos que lograron destacarse en cada una de las seis categorías que tiene el circuito.

En la categoría de Caballeros de 12 a 19,9 de hándicap, el campeón es Gustavo D´Archivio de Arroyito Country Club. El neuquino participó en todas las fechas del circuito y se quedó con puntos importantes en cinco de las siete disputadas. Sin embargo, el segundo puesto conseguido en Llao Llao le permitió aventajar por siete unidades a su principal seguidor: Alejandro González, también de Arroyito.

“El circuito, para mí, es sinónimo de amigos. Yo lo juego porque tengo muchos amigos. Llevo muchos años participando e, incluso, creo que participé del primer o segundo circuito que se hizo. Por eso, en este contexto, mencionó la palabra amigos. Este circuito me ha dado muchos amigos, de esos que uno visita, que se encuentra, que se junta. No sólo de un lugar en particular sino de muchos. Esto está buenísimo”, contó Gustavo.

Además del título individual, también aportó puntos para que Arroyito Country Club se corone como campeón del Interclubes 2022, una conquista que ya había conseguido allá por 2019. “Tiempo atrás, no había una participación tan masiva. Pero, en un momento, distintos grupos del club comenzaron a querer participar y se fue sumando gente. En el club hay algunos personajes -en el buen sentido- que son líderes de grupo y eso empuja, hace muy bien. Y un grupo juega, el otro también. Y a mí me pareció super interesante y sano. Creo que eso hace, en parte, de que se haya logrado este primer lugar”, reflexionó. Y aporta algunos detalles entre risas: “Se fueron armando grupos de Whatsapp en los que se motiva, se alienta y hasta se pide a los participantes que se cuiden, que descansen, que no tomen, que jueguen a buena. Se hablan tantas cosas que nos reímos pensando las cosas que hablamos a esta edad”.

La relación de Gustavo D´Archivio con el circuito es una muestra más de su relación con el golf. “Mi vida, en general, está relacionada al golf. Me encanta viajar a torneos. Juego en Chile, en Mar del Plata, en todos lados. Me gusta la idea de preparar el viaje, ver donde vamos a parar, a comer, con quienes nos vamos a juntar. Hemos llegado a organizar hasta para salir en colectivo en alguna oportunidad”, relata.

Claro, su relación formal con el golf comenzó muy temprano, a los 9 o 10 años. Sin embargo, su relación informal comenzó incluso mucho antes de nacer. Los D´Archivio llegaron desde Italia como otras tantas familias en busca de oportunidades y, por ende, una mejor vida para los suyos. José, el papá de Gustavo, junto a sus hermanos Lucio y Luis comenzaron a trabajar de caddies en Tulsa, Mar del Plata. “Era un trabajo y una necesidad, pero también una diversión. Ahí nació y creció lo que llevamos dentro muchos integrantes de nuestra familia. Ellos no tenían un mango y conseguían así algo de plata desde chicos”, cuenta Gustavo. Y agrega: “Le debo todo a mi viejo, porque él fue el que me llevó por primera vez a jugar”.

Cuando el golf era un mundo casi exclusivo de hombres, Gustavo era uno de los pocos niños que se colaba entre los primeros hoyos de aquella incipiente cancha de Arroyito. Era lo que hoy con los hoyos 14, 15, 16, 17, 18 y 10. “En un galpón se comían los asados. Después era todo un desierto. Hoy quedan muy pocos de aquellos que jugaban. Pero la cancha ya era hermosa. No jugaba ningún nene ni tampoco mujeres. Creo que en todo el Alto Valle, los únicos dos chicos que iban a la cancha a jugar éramos Juan Martín Rosauer y yo. Nadie más”, recrea.

Con los años, Gustavo jugó en varios clubes de la zona. El Rincón Club de Campo fue uno de los primeros y luego Comahue Golf Club. Allí jugó bastante tiempo y atesora, entre sus mejores recuerdos, aquella primera relación de su hija Valentina con el golf. “La familia es muy importante en el golf. Si no todos juegan o al menos acompañan se hace muy difícil”, reflexiona. Con el tiempo, compró un terreno en Arroyito y pasó a jugar en el club de Senillosa.